Curanderismo
El término magnetoterapia se refiere al uso de imanes estáticos colocados directamente sobre el cuerpo, generalmente sobre las regiones de dolor. Un imán estático es un imán permanente ordinario, a diferencia de una bobina electromagnética. Los imanes estáticos se adhieren al cuerpo con cinta adhesiva o se encapsulan en productos especialmente diseñados, como cinturones, envolturas o colchonetas.
Los imanes estáticos tienen diferentes potencias. Las unidades para medir la fuerza del imán son los gauss y los tesla. Un tesla equivale a 10.000 gauss. Un imán de nevera, por ejemplo, tiene unos 50 gauss. Los imanes terapéuticos miden entre 300 y 5.000 gauss.
Los imanes terapéuticos vienen en dos tipos diferentes de disposiciones de polaridad: imanes unipolares y dispositivos de polos alternos. Los imanes que tienen el norte en un lado y el sur en el otro se conocen, de forma bastante confusa, como imanes unipolares. Los imanes bipolares o de polos alternos se fabrican con una lámina de material magnético con imanes norte y sur dispuestos de forma alternada, de modo que tanto el norte como el sur están orientados hacia la piel. Este tipo de imán ejerce un campo magnético más débil porque los imanes alternos tienden a oponerse entre sí. Hay muchas opiniones sobre cuál es mejor.
Terapia electromagnética
Los imanes no tienen propiedades curativas. Las imágenes por resonancia magnética (IRM) emplean campos magnéticos muy potentes, mucho más fuertes que los que puede producir un imán doméstico, y sin embargo las IRM no tienen ningún efecto directo sobre la salud del paciente (una IRM puede tener un efecto indirecto como herramienta de diagnóstico). La concentración de hierro en nuestra sangre es demasiado baja para que le afecten los débiles campos magnéticos de los imanes domésticos. Además, los átomos de hierro de nuestra sangre están unidos en moléculas de hemo. Los enlaces químicos que mantienen el átomo de hierro en la molécula de hemo interfieren con el estado de sus electrones, haciendo que el átomo de hierro pierda sus propiedades ferromagnéticas habituales.
La falta de propiedades curativas de los imanes se ha establecido en múltiples ocasiones mediante experimentos controlados. Por ejemplo, M.S. Cepeda y sus colegas descubrieron que los campos magnéticos estáticos no tenían ningún efecto sobre los niveles de dolor. Un estudio realizado por M.H. Pittler que revisaba múltiples experimentos también confirmó la incapacidad de los imanes para curar. Es cierto que todos los materiales (incluidos el oxígeno y las ranas) tienen algún tipo de respuesta magnética. El problema es que se necesitan campos magnéticos muy intensos para que esta respuesta sea significativa. Los imanes domésticos, e incluso las resonancias magnéticas, son demasiado débiles para evocar algún efecto duradero en los seres humanos. Los intensos campos magnéticos de una resonancia magnética se utilizan para reorientar temporalmente los dipolos magnéticos de los protones del interior del cuerpo con el fin de obtener imágenes. Tras la alineación, los protones se desalinean rápidamente debido al movimiento térmico y biológico natural, y la velocidad a la que se desalinean puede utilizarse para obtener imágenes de diferentes tejidos.
Puntos de acupuntura
La magnetoterapia estática es la práctica de utilizar un campo magnético débil y estático para aliviar el dolor aumentando la circulación. La hipótesis en la que se basa es pseudociencia y no está probada, y el tratamiento no forma parte de la medicina convencional. La magnetoterapia estática es similar a la terapia electromagnética, en la que el campo magnético es alimentado por un dispositivo eléctrico. Tampoco está probada, pero las investigaciones sugieren una mayor eficacia que con los imanes estáticos.
A pesar de la falta de respaldo científico, la magnetoterapia ha tenido muchos adeptos que afirman haber experimentado un alivio de los síntomas del síndrome del túnel carpiano, la tendinitis y la artritis. Se ha utilizado durante años y es muy comercializada por personas que intentan vender productos relacionados con ella.
La hipótesis que subyace a la aplicación de imanes en una zona concreta del cuerpo es que, supuestamente, realinea el campo electromagnético del cuerpo. Los imanes se pegan a una articulación, se llevan como pulsera o se incorporan a otro producto, como un colchón o unos zapatos. Sin embargo, los estudios realizados no avalan necesariamente su eficacia.
Acupuntura
Las pulseras magnéticas, una forma de terapia magnética, se han promocionado como una forma eficaz de aliviar el dolor de la artritis, pero las investigaciones que respaldan estos beneficios son escasas y algunos han sugerido que los efectos positivos se deben probablemente al efecto placebo (cuando las personas experimentan un beneficio después de recibir un tratamiento inactivo) más que a un beneficio real. Existen otros tratamientos alternativos para la artritis: Algunos también parecen cuestionables, mientras que otros tienen una utilidad basada en la evidencia.
La magnetoterapia es uno de los tratamientos médicos más antiguos de la historia. Desgraciadamente, eso no lo convierte necesariamente en uno bueno. Una pulsera magnética con la promesa de aliviar el dolor puede parecer una solución rápida atractiva, pero la ciencia ha demostrado que no cumple los beneficios que promete.
El uso de la terapia magnética ha intrigado a la población en general y a la comunidad científica desde al menos la época de los antiguos griegos. Se cree que los imanes tienen un poder curativo para el dolor. Se cree que Cleopatra creía en la magnetoterapia y la utilizaba durmiendo con un imán en la frente para mantener un aspecto juvenil.